miércoles, 7 de enero de 2015

Colores para un ciego.

Todo pintor tiene mérito. Al menos uno que mi hermano conoció, quizás el pintor que más mérito tiene. Mi hermano es médico en un hospital residencia mental y, y allí hay todo tipo de pacientes; paralíticos, pacientes con parkinson, incluso niños autistas; esto último me entristece mucho. Hay gente de todas las edades. Hay un boxeador retirado que cuenta su historia una y otra vez; su problema es que no disponía del sentido del tacto y pasados los años aquí estaba; por demasiados golpes en su cabeza. Y cómo él, muchas personas mas... Pero quizá el que más le llamó la atención de todos ellos era Serf Donhank; un hombre ciego tan lleno de vida que a su alrededor creaba un aura de paz y ganas de vivir. le conoció de forma casi accidental. Mi hermano llevaba un carro con medicamentos para varias personas y él estaba prestando atención a su teléfono más que a no chocarse con nadie en el concurrido y recién fregado pasillo. iba en su burbuja, por así decirlo y tomó la esquina de esa planta mas rápido y desatento de lo que debía. Una voz le hizo reaccionar de inmediato y parar el carrito lleno de medicinas. -Alto ahí joven, ¿a qué se debe tanta prisa? Parece que el ciego es usted -si, iba deprisa, discúlpeme señor... -Donhank. Serf Donhank, ese es mi nombre -me suena mucho su nombre, se llama usted cómo un ilustre pintor. ¿No será usted verdad? -Hijo, estás ante el mismisimo Donhank el pintor -pero Donhank no es ciego, no intente quedarse usted conmigo sr. Donhank -El ciego para antes de chocar contra algo o alguien, creo que usted es más ciego que yo, hijo. Y sí, soy ciego y soy el verdadero pintor Donhank -guau... o sea... es decir, ¿es usted el Sr. Donhank de veras? Jamás lo hubiese imaginado -las viejas glorias no tienen sitio en una sociedad de pintores modernos que hacen cuadros de lo más grotescos e inútiles y venden por una cantidad exasperante -¿quiere decir que está aquí por qué no le dejan pintar? o por que es sino -a mi edad es una osadía decir que todo lo que pinté o lo qué, cómo aficionado todavía pinto, es una osadía en tiempos de hoy decir que siendo ciego soy yo el que lo pinta. De modo que mi hermano se puso mi nombre. Ocupó mi identidad y él vendía los cuadros pintados por mí pero presentados y comercializados por él. Ya ha pasado mas de una vez en la historia. El sr. Walter Keane con la señora Margaret Keane, que confesó ser ella la que pintaba los cuadros debido a que se hizo testigo de Jehová y no podía mentir. De hecho se dice que la mona lisa no la hizo Da Vinci, sino uno de sus criados. en mi caso el dinero iba para ambos. Hasta que dejó de hacerlo y cambió de intermediario. Digamos que me sustituyó por su mano derecha y había pasado de "hacer cuadros de cosas bonitas" a hacer lo que ahora se le llama arte contemporáneo. Rayas y lineas y círculos desordenados. Cómo ya tenía renombre, gracias a mí. Los cuadros se vendían como churros. -Pero... no puede ser, eso no está bién -Nunca hagas negocios con la familia hijo. Qué un ciego pinte tan bien es increíble ¿No cree? Dígame, ¿conoce mis cuadros hijo? -eeeh... sólo unos cuantos, y con sinceridad me parecen geniales, una obra estupenda pero, cómo siendo ciego... en fín, ¿cómo puede pintarlos con tanto realismo? -es más simple de lo que cree hijo. Supongo que tiene que llevar esos medicamentos, vaya a ello y ya hablamos otra vez cuando se pueda, estaré encantado de contarle el método. Pasan tan sólo dos días y mi hermano está deseando ver de nuevo a ése pintor. Ya le ha dado los medicamentos a varios pacientes. Era es miércoles. Día de visita. Tal día cómo hoy iba una señora anciana a visitar a su marido qué tiene Alzheimer. Y cómo cada miércoles le leía una carta que él le escribió a ella pero qué ahora no recuerda. Y cómo siempre ella le toma de las manos y le saca a bailar un vals pegados y lentamente. Mi hermano pasaba cada miércoles a ver la escena. Era enternecedor pero triste. Ése miércoles no lo hizo. Tenía tantas ganas de ver a Serf para que le contase cómo hacía para pintar los cuadros. -Al final ha venido eh, joven. Oye, dime tu nombre hijo. Siempre te llamo hijo, o joven, de modo que dime tu nombre -Me llamo Ezequiel Morgan señor. Y sí, he venido a verle. Me debe una historia -Cierto jov... Ezequiel. Déjeme pensar, ¿por dónde iba? ¡Oh! ya recuerdo, mi sistema para pintar, dígame Ezequiel; una de mis obras, para ponerla cómo referencia -no se, me gusta mucho "La naturaleza y la mujer" -bien, bien. Buen gusto. Buen cuadro para comenzar a explicar mi método. Verás joven, ¿conoces cómo lee un ciego? -Claro, con... ¿baire? ¿bralie? -ha estado cerca joven. Braile es la palabra que buscas. Es un método a raiz de puntos que pueden ser unas o varias cosas, esos puntos se tocan con la mano y podemos leer. De la misma forma inventé mi propio idioma para pintar. ¿Vio qué la obra de la naturaleza y la mujer es dificil? Más dificil me resultó a mí pintarlo -pero ¿cómo los pintaba? -verá joven, es sencillo de hacer pero no muy facil de explicar. Ponía el lienzo en el suelo y comenzaba a imaginar, a trazar. Primero empecé con el cabello de la mujer del cuadro. No he sido ciego siempre sabe, Sabía dibujar muy bien. Y a pesar de ser ciego me guiaba bien por mi mente, trazaba los cabellos pero en lugar de hacerlo a lápiz lo hacía con cera de vela, se quedaba un leve relieve que luego podía seguir con el dedo a la hora de pintar. -Y... ¿Los colores? es decir, cómo sabía donde ponerlos -a los botes de pintura les ponía enumeración en braile y en el lienzo también con la vela, el relieve se queda un poco trazado. Digamos que cinco puntos; son amarillo y dorado; color del cabello. Yo daba esos colores en el cabello. También me tomaba la libertad de medir el lienzo e ir por partes, ciento veinte centímetros por noventa, hacía cuadrados de ciertos centímetros cuadrados. Cómo un puzzle. Seguía pintando trazo a trazo y una vez finalizado, una capa de óleo y laca. La cera de vela desaparecía y el cuadro tomaba un aspecto casi real. Corporeo, vivo, alucinante. soy ciego pero intuyo que su gesto en su cara debe ser igual que el cuadro de "El grito" -Sí, de hecho creo qué Edward Munch se inspiró en mí -Demasiado joven para ser musa de un pintor tan legendario, casi tanto como Pablo Picasso. -Ambos pintores. -Ambos grandes pintores, pero ambos locos. -Las mejores mentes lo están -eso es un insulto joven Ezequiel, yo no estoy loco -está en un hospital mental Sr. Serf -también es una residencia Joven -de todos modos estar aquí nos vuelve a todos un poco locos. Debo irme Sr. Donhank, otro día me contará cómo perdió la vista -y cómo siempre estaré esperándole joven Ezequiel. Reparta por ahí drogas a esos viejos adictos. Fue una enseñanza inteligente la que le contó. Sin darse cuenta le inculcó a Ezequiel ganas de hacerlo. Lleguó a casa con un lienzo, una paleta, varios colores, dos velas y una venda para taparse los ojos. Los colores los puso en orden, de primero a último. Lo hizo tal y cómo dijo. Comenzó a imaginar por dentro, a sentirlo. En su cabeza cada pincelada era perfecta y pensaba que estaba haciendo un árbol y un riachuelo de la misma forma que lo imaginaba. Lo imaginó tan bonito que cuando se quitó la venda pudo comprobar qué no era tan facil. El cuadro que mi hermano había hecho parecía que alguien había derramado accidentalmente una copa y algo de comida. Y para ser correctos, también diré que hasta pintó el suelo. Fue un absoluto desastre. Pero al menos pasó un buen rato. "Granadas sin gloria". Ese era el título de uno de sus cuadros. A raiz de ese cuadro el Sr. Donhank le contó cómo llegó a perder la vista. -Hola de nuevo joven Ezequiel. Ezequiel no había saludado todavía a Serf de modo que le extrañó que éste le saludase al pasar por su lado -¿Cómo... -hizo una pausa frunciendo el ceño-. Supo usted que era yo? -Tercera semana que viene usted con el mismo perfume. Muy elegante a mi parecer. <> de lacoste sino me equivoco ¿cierto? -Exactamente, quién diría que es usted ciego Sr. Donhank -Soy ciego. Pero veo más que muchos qué no lo son. Mis otros sentidos no hacen notar la clara evidencia de que soy invidente, pero a... por ejemplo un pianista ciego.Tampoco parece afectarle. Ahí tiene usted a Andrea Bocelli; Stevie Wonder o Ray Charles entre otros -Genios, simplemente genios de la música. -Ezequiel se sentó en una silla de mimbre a su lado-. ¿Pero usted qué és? cuénteme. ¿Cómo perdió la ceguera? -Semejante accidente no puede considerarse triste. Fue una estupidez catalogada de talla enorme. Estaba en el ejército y bueno -Hizo una pausa para recolocarse en su silla-. Siempre he sido una persona fisicamente fuerte; Siempre me ha gustado entrenar más de la cuenta ya sabe correr y hacer ejercicios tales cómo; abdominales, flexiones, y ese fuerte entrenamiento militar que ahora llaman Cross fit. Se inventan palabras cada día. Palabras ridículas y siempre en inglés, creen que tiene más gancho -Sí. Le entiendo. Hace unos años que tenemos palabras cómo <>. Todas palabras estúpidas y sin sentido pero que ahora significan algo -Pues de ese mismo modo mi ceguera pasó de ser estúpida y sin sentido. -Hizo ademanes con las delgadas y venosas manos-. A ser algo de tremendo significado: Me había quedado ciego. Me quedé ciego por que cómo le dije antes siempre entrenaba y hacía mucho ejercicio. Tenía en mi mano unas cargas de dinamita que se llaman C4. Controladas por un mando de control remoto. Esas cargas pesan cuatro kilos. Cada día superaba un ejercicio. Hacía levantamiento lateral de hombro y aguantaba dos minutos y repetía el ejercicio varias veces. No contento con ello para cansar el músculo decidí hacer malabares. Malabares con granadas cegadoras y explosivas. Con la mala suerte que estoy lanzándolas hacia el cielo para cogerlas rapidamente con mi mano izquierda para pasarla a la derecha y así otra vez llevarla hacia el cielo y... una granada cegadora se enganchó en un collar que tenía al cuello. -Serf Donhank hizo una pausa ahogando un gemido y secándose las lágrimas-. Se enganchó de tal manera que fue demasiado tarde. Tiré de ella hacia abajo en lugar de tirar del collar. Un estúpido accidente ya se lo he dicho hijo... -Vaya -Ezequiel parecía impresionado. Boquiabierto puso su mano encima del hombro de Serf e indicó-. De ahí su cuadro <>. usted manifestó su desgracia a traves de ese cuadro... -Ya ves joven -Tamborileó los dedos sobre su rodilla-. A veces me pregunto qué hubiese pasado sí hubiese tirado del collar en lugar de la granada. En el cuadro llueven granadas y se deja ver un hombre con los ojos ensangrentados. Ése hombre era yo mismo. Mi hermano inventó una historieta a parte cómo coartada. Sí, eh. Así es la vida ¿no cree? Ezequiel, que quería saber más sobre él, tuvo la osadía de preguntarle por sí tenía familia. El Sr. Donhank alegó estar muy cansado y qué eso era otro tema, por lo tanto debía esperar otro Miércoles. <> Cuadro bastante trivial. Muy sofisticado. Ezequiel se preguntó para sí a qué se debía esa pintura al pastel embarrada en una capa lacada que lo hacía brillar cómo el agua al reflejo del sol. -Ya estoy aqui un miércoles más Sr. Donhank -Ya tardaba mas de lo normal, su perfume no le delata esta vez. -Serf cerró los ojos sin saber por qué.- Debo intuir que ha estado ajetreado llevando esas drogas a pacientes de otras plantas y ha sudado... eso o otra explicación sugerente. El sudor ha sido mas abundante que su perfume. Veo... oigo que jadea. por lo que me atrevo a aventurar que es cierto. Ha sudado usted -Usted no es ciego. -Soltó Ezequiel entre jadeos llevándose los brazos a las caderas en forma de jarra.- O al menos cualquiera diría que usted no lo es. Impresionante Sr. Donhank, Así es. Cambiando de tema, tiene usted otra historia que contarme -Si, por supuesto -Alegó Donhank con tono lúgubre y apagado -¿Qué le pasa, está bien? si no quiere hablar de ello le entenderé -Estoy algo... -Donhank hizo una pausa dramática y escupió lo que sentía.- Nostálgico diría yo -Si no quiere hablar le entiendo señor -Nada de señor ni Donhank ni favoritismos. Me hace usted mas viejo de lo que soy. Llámeme Serf -De acuerdo señ... -Ezequiél rectificó.- Serf. Hubo una pausa entre ambos hasta que un estornudo bañado en Sangre manchó la barbilla de Serf -Serf.-Ezequiel le miró impresionado.- está usted sangrando -Sólo soy carne joven Ezequiel, me muero. No es ninguna sorpresa. Ahora -Serf se limpió la boca con la manga de su camisa-. Déjeme recordar... ¿Conoce mi cuadro "Aspas Sangrantes"? Ezequiel asintió. Serf era ciego. Se le olvidó, así que reaccionó y exclamó: -Sí. Perdone, solo asintía. No recordé... No acabó la frase cuando Serf abordó sus palabras -Qué yo era ciego. Un error puede tenerlo cualquiera. Bueno. Pues si conoce ese cuadro, de ahí mi historia. Y la de mi familia; Mi hijo y mi mujer... -Se le quebró la voz-. cuanto los quería -¿Qué sucedió? podría contármelo sí no -Hizo una pausa y le tomó de la mano-. Es demasiado duro para usted -Fuimos un día a salir a pescar, a mi hijo siempre le gustó la pesca. Le puse mi nombre, Serf. Un día tomamos una barca de esas con motor. Yo ya era ciego y naturalmente necesitaba ayuda. Mi hijo sólo tenía seis años, mi mujer fue la que me ayudó a subir y a estabilizarme en la barca... -¿Cómo se llamaba? ¿cómo se llamaba ella? -Se llamaba Katherina. Era holandesa -a Serf le temblaba la barbilla.- cuanto llegué a quererla -¿Está bien señor? ¿Quiere un poco de agua? -No hijo. Sólo quiero que sepa el final de la historia. La recortaré por que no quiero sufrir contándola. -Hizo una pausa para beber agua y secarse las lágrimas que caían por su arrugado rostro.- Resulta que el motor estaba apagado. Mi hijo pescaba y Katherina se daba un baño en esas frías... me puse al lado de Serf, la barca era inestable y yo no veía. Me desequilibré con la mala suerte de caer de culo en la barca. Me puse en pie buscando algo de apoyo para levantarme. No supe distinguir lo que era, que agarré la cuerda que hace arrancar el motor justo y cuando Katherina subía por ese mismo lugar para darle un pequeño susto a Serf Junior, seguramente. Arranqué el motor y las afiladas aspas de acero le dieron el la cara. Los médicos dicen que un aspa le dio en la vena ahorta y murió desangrada ante la vista de su niño... Serf no me habló desde ese día y pidió al juez vivir con su tía Julia... Fue un accidente. Quizá haya nacido para causarme daño a mi mismo pero... Supe que sin ella nada sería lo mismo. Creo que no tengo nada mas que contarle Joven... -Es... Hay mucho que asimilar. Es una historia. Fuera de comparaciones diría yo -Ya no le debo nada más, le he contado todo sobre mi y no exijo saber nada de usted. Por favor, vayase ahora. -Pero... por qué no hace nada, ¡Luche! ¡reclame lo que es suyo! tengo un hermano que es detective, se llama Frank Morgan y podría conseguirle pruebas suficientes para darle a usted lo que le pertenece -Vayase ahora por favor. No necesito ayuda de nadie. Unicamente quiero estar solo. Llegó el miercoles siguiente, una semana a la espera para ver de nuevo a Serf Donhank pero... Ya había fallecido. Esa misma mañana. Había dejado una carta escrita desde el Domingo <> pensó Ezequiel. La carta decía: "Noto en mi cuerpo que me voy antes de lo previsto, malestares que no le deseo a nadie que experimenten. Algo me dice que no nos veremos de nuevo. Al menos yo a usted, ya que soy ciego. Sólo quiero decirle que ahora que probablemente que habré fallecido, haga todo lo posible usted para dirigirse a su hermano y hacer ver al mundo de quién son realmente los cuadros Donhank. Usted me lanzó a hacer esto. Me puse a pensar y vi que usted se lleva bien con su hermano, probablemente mejor que yo con el mío. De no ser así esta es una buena oportunidad para que os reconcilieis, y si por el contrario si que os lleváis bien, simplemente estrechad más aún vuestros lazos familiares sacando a la luz juntos quién es el verdadero pintor de los cuadros Donhank". Serf Donhank.

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