lunes, 8 de diciembre de 2014

Marvin y el asesino de los andenes, Capítulo 2. Parte 2/3

Capítulo 2. "El asesino de los andenes". Parte 2/3. (Leete la parte anterior para comprender el capítulo)

Morgan no tardó en llegar. Notó el nerviosismo en la voz de Marvin, que deseaba verlo rapidamente.
Fué el 12-6-2016, estaban sentados en el café Master Of Paradise, tomaban un café, por supuesto el café de Marvin con un culín de Bourbon, sentados uno frente a otro marvin le dijo que le vendría bien su ayuda; pues al ser psicólogo era inestimable su apoyo en cuanto a entender las mentes criminales que podría encontrarse en el camino. Varios cuartos de hora después, entre cafés y donuts, Frank Morgan ya había aceptado ayudarle ésa vez, con la excepción de tener que usar armas de fuego o ver de cerca la sangre. Ambos estrecharon sus manos y salieron de la cafetería con rumbos diferentes. Marvin fué a una cita que tenía esa mañana con un periodista y fotógrafo que necesitaba verle, se citaron en el paseo del riachuelo del parque Lancashire. Marvin llegó y tomó de manos del fotógrafo unas fotos de escenas de crímenes, de los cuatro crímenes que ese fotógrafo había fotografiado. Tal vez sería una ayuda extra para ayudar a Marvin. Cuando se despidieron, Marvin, observador como de costumbre se quedó mirando la mano del fotógrafo que tenía una venda tapando un corte.
Marvin seguía investigando. Pasaban las horas e iba estrechando el cerco, con su traje negro y su camisa blanca bajo una corbata naranja fuerte, entró a una tienda de antigüedades y exportación situada en la zona de comercio Offer. El dueño era Joe, un joven veinteañero que tenía cosas de lo más extrañas en esa tienda, discos de rock, planos sobre una máquina llamada "teletransportador musical" pero nada de Navajas de exportación. Buscaba información en la red, sobre casos de asesinos que perpetran sus matanzas con navajas o cuchillos por el estilo. Y accediendo a archivos de la policía nacional Española, leyó el caso en que confundieron a Ricardo Fernández; un joven Español, por un crimen racista cometido con una navaja en un taxi, pero que más tarde se pudo demostrar que no fué él, gracias al testimonio de el mismo taxista Matthew y a la policía científica que pudo comprobar que no había huellas de Ricardo en el arma homicida. Marvin seguía leyendo... pero para centrarse acude a la central de asuntos internos para seguir estudiando a asesinos similares, pasan las horas, el tic tac que marca los segundos en el reloj pone nervioso a Marvin que se desconcentra ante tanto ruido, necesita un gramo... y acude a quien puede conseguírselo de la mayor calidad, a su amigo Jackie, y ya de paso hacerle un amistosa y breve visita.

-¡hey Jackie!
-¡eeeeeeh ¿como te vá? mira quién regresa al barrio! -Se saludadon como suelen hacerlo los amigos, chocando el puño y dándose un abrazo.
-¿qué tal jackie? Oye tienes que ayudarme... me hace falta...
-ya Jay, lo sé, solo me buscas para eso, antes vivíamos juntos y ahora solo me buscas para tu gramo... sé qué andas ocupado pero de vez en cuando podías pasarte a jugar un poco a basket, recuerdo lo bien que se te daba
-lo sé hermano, pero ando muy ocupado, no acudo a tí de no ser por eso. Y está mal, pero... ¿tienes algo para mí?
-sabes que sí, ven acompañame.
Marvin siguió a su amigo de la infancia Jack, era quien le sacaba de las peleas a Marvin, contra los propios chicos blancos, chicos del mismo color que Marvin que le pegaban por juntarse con Jack, un chico de color.
Ahí iban, llegaron a un callejón en el que Jack sacó del tobillo bajándose el calcetín una bolsita transparente que contenía los gramos suficientes para un mes, a Marvin, debido a su abusador consumo, le duraría tan solo dos semanas.
De repente y ante la vista de Jack, Marvin sacó el cubo de Rubik y Jack, que le miraba extraño le dijo:
-¿sabes qué en internet hay trucos para completarlo rápido? Podrías echarle un ojo
-con trucos y facilidades no me gusta hacer las cosas -respondió Marvin sin apartar la vista del cubo- por eso soy detective y no policía
-¿qué diferencia hay? Son lo mismo no -dijo esnifando una pequeña cantidad de ese polvo blanco que estaba sobre una mesa de madera desgastada.
-es una diferencia abismal Jackie, el detective investiga y pone en bandeja muchos crímenes y digamos... que deja migas de pan y deja pistas, como los videos sobre el cubo de Rubik. Y un policía es el qué acude luego, después de que el detective ha logrado encontrar algo, los policías acordonan la zona, establecen un perímetro e investigan o hacen como qué investigan cuando ya tienen todo de cara, todo mas facil. Los policías serían los que ven los videos para completar el cubo de Rubik, ademas me gusta hacerlo, me relaja y me ayuda a pensar esto de mover el cubo.
Jack, que ya iba colocado sólo pudo decir "wow Marvin, como le das al coco eh"
Marvin frunciendo el ceño asintió con la cabeza mientras cada preciso movimiento iba uniendo los colores rojos del Cubo pero desordenando el verde, se frustraba... miró el cubo por abajo alzándolo las manos arriba y para su sorpresa el blanco estaba completo, dijo: "El Blanco está perfecto, abajo todo está bien...abajo, todo... ¿está bién?"
En seguida reaccionó y fué abajo, para ver si todo estaba bién. En su mente, abajo, era la vía subterránea donde se cometían los crímenes de ese curioso asesino. Y en efecto fué "abajo", a la vía de tren abandonada a comprobar sí todo estaba bién, si los de la científica habían echo su trabajo sin dejarse atrás nada. Telefoneó a Frank Morgan para qué le acompañase y se citaron en el café King Of Dorado, la ayuda de Frank era importante.

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